«Era otra tarde normal en el parque. La pandilla de los 6, Elena, Marta, Carla, Martín, Jaime y Sara, había quedado allí después de las clases. Ese día no había pasado nada especial en el colegio, y parecía que el nuevo curso iba a ser muy normal y aburrido. Jugaban a la pelota mientras hablaban. Entonces, Sara, que se había alejado un momento, les llamó:
—¡Chicos, mirad esto!
Proyecto personal.
Ilustraciones realizadas en acuarela.
—Es solo una llave perdida, comentó Jaime.
—Pero es una llave antigua y oxidada, no es como las de casa, añadió Elena un poco extrañada.
—¿Y qué hacemos con ella?, preguntó Martín, el más curioso de todos.
Y así comenzó una aventura que sin duda haría que el curso fuera de todo menos normal.»